La A60 vuelve a tropezar con Lancia
cristina fanjul
El director general de Patrimonio, Enrique Saiz, ha asegurado que desde Fomento no se ha remitido a la Junta ningún proyecto para solucionar la paralización que el yacimiento de Lancia provocó en las obras de la A-60. Fue hace siete años cuando el Ministerio enviaba a la Junta el primer informe acerca de los trabajos de prospección arqueológica del proyecto de la autovía León-Valladolid. Patrimonio advertía entonces de que la obra afectaría a varios yacimientos, entre ellos el de Lancia. Según el estudio, la infraestructura dañaría el yacimiento medieval de la Vía, en Santas Martas, el entorno de Lancia, el yacimiento romano de Mataganado, así como vías romanas a la altura de Villasabariego, Mansilla de las Mulas, Villaturiel y Mansilla Mayor. Además, el aviso revelaba que el trazado cortaría el Camino de Santiago-Vía Trajana a la altura de la urbanización Mansilla del Esla, en el término municipal de Mansilla de las Mulas y de Arcahueja.
En el caso específico de Lancia, el más grave, se dejaba claro que las obras de la León-Valladolid afectarían el área al pie del cerro en un enclave arqueológico en el que se habían descubierto ya vestigios de epigrafía funeraria, posiblemente relacionada con la necrópolis situada al borde la vía romana que discurre al pie del cerro. Además, en este tramo habían aparecido áreas de vertido o cenizales relacionados con la ocupación del cerro. Por todo ello, varios de los integrantes de la Comisión de Patrimonio recordaron que el yacimiento de Lancia era Bien de Interés Cultural y presentaban alegaciones al trazado. Sin embargo, ninguna de ellas se atendió y tres años después comenzaron las obras que, como advirtieron los arqueólogos, destaparon los tesoros. Calles empedradas, cimientos de edificios de plantas diversas, termas públicas, grandes hornos para la fabricación de tejas, cenizales y necrópolis romanas. Los descubrimientos fueron de tal calibre que la Comisión de Patrimonio Cultural mandó parar, modificar el proyecto y realizar uno alternativo que recogiera la protección y visibilidad de los vestigios.
Ahora, el Ministerio asegura que tiene un nuevo proyecto basado en la construcción de un puente o viaducto en sustitución del talud que taparía el yacimiento y destina 2,5 millones de euros al plan. Lo que hay que dilucidar es si ese puente garantiza el mandato que en su día votó el órgano de la Junta de Castilla y León para la defensa del patrimonio. Era el 13 de abril del 2011 cuando los miembros de la Comisión dejaban claro que los restos de Lancia no se cubrirán bajo el terraplén de la autovía. Se requería a Fomento la adopción de medidas correctoras que permitieran compatibilizar la conservación y lectura «permanente y visible» del conjunto de estructuras y elementos arqueológicos hallados, con la efectiva construcción de la autovía León-Valladolid en este tramo. Los integrantes de la Comisión iban más allá y recordaban que «la cantidad, tipología e importancia histórica y patrimonial del conjunto de estructuras y elementos descritos en el informe dotaban a estas áreas de gran importancia en la definición, visualización y comprensión de la antigua ciudad de Lancia». Es decir, siguiendo el espíritu y la letra de la decisión, las pilastras que sostuvieran el viaducto no podrían tocar los vestigios.
El enigma ahora está en saber de qué manera ambas instituciones podrán llegar a un acuerdo que conjugue el desarrollo de la autovía y la protección de los vestigios, y cuándo se producirá.
Ni Jesús Celis ni Jesús Liz, directores del yacimiento del cerro de Lancia, han querido valorar la solución aportada por el ministerio hasta conocer los detalles. Sin embargo, una mirada a la hemeroteca revela que el actual director del Instituto Leonés de Cultura ya presentó en el 2004 un escrito de alegaciones en contra del trazado presentado por Fomento, destacando en su voto en contra que la importancia de los restos descubiertos tendrían que llevar a la administración a replantear el trazado aprobado. Asimismo, destacaba que en el caso de que dicha modificación no fuera posible se debería contemplar la posibilidad de elevar la infraestructura viaria y que así ésta fuese compatible con la preservación de los restos arqueológicos y la ampliación de la investigación arqueológica.
Por su parte, Jesús Liz ha subrayado que él siempre se ha mostrado partidario de conservar el yacimiento, si bien ha preferido mostrar cautela antes de conocer de manera detallada de qué manera se piensa desarrollar el proyecto. «La solución me puede gustar más o menos, pero cualquiera se da cuenta de que en estos momentos no estamos como para atar perros con longanizas. Además, cualquiera con un mapa en la mano se da cuenta de que modificar el presupuesto es, a día de hoy, inasumible», sostiene.
Fuente: Diario de León
