Villarente
Población: 306 Habitantes.
Puente Villarente se ha convertido en el centro industrial, comercial y hotelero más importante de la zona y en punto de referencia, gracias a la confluencia de varias carreteras, entre ellas la que conduce a las pistas de invierno en San Isidro.
En la iglesia de Villarente, totalmente desaparecida por ruina, había buenas piezas, algunas museadas en León y otras trasladadas a la nueva iglesia de Puente Villarente (1985), donde se muestran buenas piezas, como Crucifijo gótico del siglo XIV, poco menor de la estatura natural, con amplio paño de la pureza bien trabajado y la cruz en forma de árbol; un magnífico lienzo con busto del Ecce homo, de 48 por 46 centímetros, hermosa obra del siglo XVII y con guarnición de entonces, representado con la soga al cuello y coronado de espinas; una escultura de la Inmaculada, con los pies sobre la luna en forma de barca; una tabla representando a un obispo y otra tabla a San Sebastián, con rostro joven atado a un árbol.
Imagen de san Pelayo, titular de la iglesia; su alto, 1,05 metros, es bella y muy interesante obra de la segunda mitad del siglo XV, con algo de acento flamenco, pero su tipo es castellano puro; viste un ropón ceñido, dispuesto con gran soltura, bolsa colgando, corona, libro y espada, que más parece la representación de un Santo Rey (San Fernando).
Lo cierto es que en el Museo de León se conserva una tabla del martirio de San Pelayo del siglo XV procedente de un retablo de la desaparecida iglesia de Villarente.
Junto al puente, se abrió el clásico albergue fundado por el prior de Triacastela a principios del siglo XVI (1539) para acoger a los peregrinos que iban a Santiago en la confluencia del camino francés y de la que ahora se llama Ruta Vadiniense - Picos de Europa.
Este mismo personaje fundó otro albergue en Cifuentes.
Esta institución de alberguería jacobea para facilitar el paso de un importante río, dió origen a la población, como ocurre en numerosos lugares del Camino de Santiago.
Actualmente es un restaurante con el nombre de La Casona, con amplia fachada alargada, bajo un pronunciado alero de madera y puerta de piedra formando un medio punto.
En su interior, dan vista a un bello patio renacentista formado por columnas traídas de lancia, con capiteles de piedra que apoyan un arquitrabe de madera para apoyar los espacios superiores y en donde se ubica un restaurante en lo que un día fueron dependencias de dicho albergue.